El elefante y la tortuga

Había una vez, en un bosque remoto, dos amigos: el elefante y la tortuga.
Ese elefante era el más fuerte del bosque, pero era muy torpe. La tortuga, en cambio, era frágil y debilucha, pero su inteligencia era superior a la de los demás.
Estos dos amigos se ayudaban mutuamente, y no había nada que los separase ni venciese.
Pero, un día, paso lo peor:
Mientras los amigos paseaban tranquilamente por el bosque, un cuervo se les acercó sigilosamente. Este cuervo estaba celoso de la amistad de aquellos dos animales y estaba dispuesto a hacer lo que sea para separarlos.
El pájaro espero a que estos terminaran su charla y se fueran a sus hogares. Cuando eso pasó, siguió al elefante y lo convenció de pelearse con la tortuga a cambio de todo el maní que pudiera comer. El aimal aceptó encantado y al día siguiente se peleó con la tortuga.
Peró una noche, las nubes negras rodearon el paisaje. Los pobladores del bosque, al darse cuenta de lo que se avecinaba, fueron de inmediato a sus hogares. Los únicos que no tenían refugio eran los dos ex-amigos.
El elefante tenía la fuerza necesaria para hacerlo, pero no sabía como. La tortuga sabía perfectamente como construirlo, pero no tenía la fuerza para hacerlo.
En ese momento comprendieron que si no se unian, la tormenta los ahogaria. Entonces hicieron las paces y, ya amigos, construyeron el refugio. Justo en el momento en el que entraron, el temporal cayó ferozmente sobre el bosque.
Desde ese día, los amigos nunca más se separaron, por que habían aprendido que si se peleaban, no podrían afrontar los obstaculos, pero, unidos, tendrían la certeza de que jamas, jamas, serían vencidos.

Franco Carzino