domingo, septiembre 21, 2008

Chapter 2

Cápitulo 2:

Hacía la Arampa Real

Después de una charla con el rey de Yonsea, Ismael y Kevin, acompañados por el General Lucas (que fue la primera persona en vencer a Kevin) se pusieron de acuerdo y decidieron viajar por el Camino del Este, que era el que conducía al centro de la Arampa Real. También debían destruir a todos los pueblos que les opusieran resistencia. No debián llevar a mas de 30 soldados, ya que el ataque iba a ser secreto y sigiloso. Debian atrapar al rey, secuestrarlo y pedir un rescate inmenso. Una vez que Arampa lo haya pagado, tenian que matar al monarca y atacar con un poderoso ejercito.

Al día siguiente los 3 hombres con 30 guerreros se pusieron en marcha hacía la cápital de la cuidad. Arampa y Yonsea eran 2 reinos vecinos, que siempre estaban en permanente conflicto. En la última batalla, Arampa derrotó a los Yonseanos y logró la independencia, ganandose el odio de Yonsea. Ya habían pasado 50 años de ese suceso, y ahora había llegado tiempo de tomar venganza.

Después de 2 días de marcha por el interminable Camino del Este, el tiempo empezó a empeorar, hasta que se largo a llover. La llluvia los agarró por sorpresa, y llovio tan fuerte que no pudieron armar un mísero campamento, y los hombres tuvieron que refugiarse bajo los árboles.

Mientras pasaba la tormenta, los hombres de Lucas y Kevin empezaron a tener hambre, por lo que realizaron un sorteo para ver quien iba a buscar la comida. Los ganadores fueron Ismael y Kevin, que tuvieron que salir a enfrentar el temporal, con tal de agarrar uno que otro apetitoso jabalí.

Los caballeros no pudieron encontrar ni un venado aunque estuvieron buscando durante horas, con lo que Kevin sugirió desesperanzadamente que regresaran al refugio.

-“No hay nada aquí Ismael, con la tormenta los animales escaparon; además, los soldados deben estar muertos de hambre y Lucas, preocupado por nosotros; regresemos al refugio”.

Dicho esto, los caballeros emprendieron el regreso hacia su precaria guarida. No se detuvieron ni un paso hasta que Ismael encontró algo que se movía en el camino.

-“Emm… Kevin, eh Kevin, mira”- dijo, señalando el bulto negro que se movia.

-Es solo una sombra en el camino Ismael, no nos acerquemos.”

-Pero Kevin..., podría ser un animal, y... lo podría cazar para que los hombres comieran.”

-“O puede ser un guardia, y nos descubriría”-musitó desesperado el camarada...

-“No me importa, voy a ver”-aclaró Ismael con curiosidad y decisión.

-“Es una lástima que todavía no seas un paladín, Ismael, porque sino serías tan cauteloso como yo y…”

A pesar de las advertencias de su amigo, el intrépido caballero bajó del caballo, fue al sendero donde se encontraba la sombra y se llevó una gran sorpresa al ver, temblando de frío y muy enfermo, a un niño que se arrastraba por el camino.

To be continue...



sábado, septiembre 06, 2008

Book

Siempre me gustó escribir. Empezé a leer a los 6 años, y desde esé momento no paré. A los 7 escribí mi primer libro-cuento, que lo hice a mano y alguna que otra ayuda. Ese año (2001) también leí el primer libro de Harry Potter, y nunca me queje de que "fuera un libro muy largo, mejor veo la peli" y todas esas boludeses que dicen los chicos :P. Nunca me gustó hacer cuentos largos, siempre me dedique a hacer cosas cortitas, de nos más de 2 páginas. A los 8 o 9 años uno de mis cuentos se publicó en la collección "Somos escritores" que hizo mi colegio. Durante el 2005 ya había leído "100 años de soledad" ( lo volví a leer este año y me pareció malísimo, pero bue...)., y el Señor de los anillos. Este último, aunque no sea uno de mis libros preferidos, junto con "Los Hechos del Rey Árturo" me inspiraron y me hicieron crear "Aventuras en Arampa" un cuento de 22 páginas, que lo hice mientras escuchaba los grandes éxitos de los Red Hot Chilli Papers. Nunca en mi vida había hecho un cuento tan largo, y era para mí más que un logró (me había re ilusionado de que el cuento fuera famoso, y ya me proyectaba a la película, y todo...XD).
Nunca se lo mostre a casi nadie, ya que me parecía muy malo, y me lo sigue pareciendo; pero, todo se puede arreglar, asi que un poco lo mejore, o, en términos músicales, lo "reversione o remasterize", aunque no mucho, ya que no quiero que pierda la forma de escribir que yo tenía a los 11 años.
Aca está:

“Esta historia trata acerca de aquello que una persona de tan solo doce años puede hacer si se lo pone en las filas del rey de Yonsea…”

El Comienzo

Pedro se llamaba un niño de doce años que vivía con su padre en uno de los tantos poblados que la magnífica ciudad de Arampa te podía ofrecer.

Aunque Arampa era un reino cubierto de granjas y nunca faltaba algo que hacer, Julio, el padre de Pedro, era un pobre lacayo que nunca encontraba trabajo en ninguna parte, ya que era paralítico y apenas podía moverse, y la gente lo consideraba un útil para nada.

A pesar de lo que decían los pobladores, Pedro creía que su padre era una persona muy especial y talentosa, ya que fabricaba muy lindos muñequitos de madera y barro, que le servían al chico para venderlos en las afueras o en el interior de la ciudad.

Pero un día, Julio cayó enfermo y no pudo mover ni un hueso, con lo que Pedro ya no continuó su venta de artesanías.

El chico, presa de la desesperación al ver que su padre no se reponía y que cada ez había menos dinero, tomó una importante decisión.

-“Padre”- le susurró al oído el niño. Aunque no sabía con certeza si podía escucharlo, Pedro le siguió hablando,-“padre, ya me harté de estar pidiendo limosna mientras pienso en lo mal que estás, así que no me queda otra alternativa que emprender un viaje hacia el centro de la ciudad de Arampa, Arampa Real. Pero antes quiero saber si estás de acuerdo, y necesito que me des una señal, algo, cualquier cosa”-. El ronquido de Julio fue suficiente para Pedro. Agarró los pocos muñecos de barro que quedaban, unas pocas monedas de oro, algo de ropa, y partió en el viaje hacia la aventura más grande de su vida.


Ismael había vencido a Kevin por primera vez en ocho años, y estaba tan contento y excitado de ser la segunda persona en toda Yonsea en haberlo vencido, que su padre el Rey, para no entristecerlo ni quitarle la ilusión, lo envió a él también a la invasión que le harían por sorpresa a Arampa el día siguiente.-“Pero prométeme-le dijo el monarca- que volverás al pueblo cuando Arampa sea derrotado y pertenezca a Yonsea ¿Lo harás?”

-“Así lo haré, su Alteza” -contestó el otro”